El número estimado de hongos en todo el mundo es de unos 140.000, de los que sólo se conoce el 10%, es decir, ¿ 14.000 especies. Los hongos son parte integrante de la mayoría de los ecosistemas naturales y contribuyen a la redistribución de los recursos alimentarios que utilizan todos los organismos del entorno. Muchas especies de hongos son de interés para la nutrición y la salud humanas. Más de 2.000 especies son comestibles y casi 700 tienen interesantes propiedades farmacéuticas. Desde el punto de vista nutricional, los hongos forestales comestibles son ricos en proteínas y fibra, bajos en grasa y contienen importantes vitaminas y oligoelementos (Barros et al., 2007; Reis et al., 2012). Son organismos eucariotas, es decir, tienen células con un núcleo individualizado con una membrana nuclear, cromosomas, un nucléolo y un aparato mitocondrial. Tienen una pared gruesa de péptidos-poliósidos, con una composición que varía según el grupo (mananos, glucanos, quitina, quitosano, proteínas, fosfolípidos) y una membrana rica en esteroles (ergosteroles).